El Gimnasio N°1 se transformó en un templo el día domingo 17 de marzo a partir de las 10, 30 hrs. cuando la familia marista del Instituto Chacabuco se congregó en torno a la Eucaristía, aceptando la invitación que extendiera el colegio para compartir un inicio de año escolar asistiendo a la cena de Jesucristo.
Todos los estamentos colegiales fueron representados a través de los diferentes momentos de la Misa. Lecturas, peticiones, ofrendas y acciones de gracias fueron realizadas por integrantes de la familia marista que pusieron en evidencia el ánimo de participar y compartir la alegría de la fe.
La Eucaristía fue presidida por el padre Alberto Requena, capellán del Colegio, quien animó a los presentes por medio de su homilía a ser tolerantes evitando los prejuicios y las condenas verbales a las personas antes de conocer realmente sus vidas. Resaltó también que las lecturas del día enfatizaban la misericordia como uno los rasgos esenciales de Dios Padre, diferenciando con ello el concepto de justicia humana y justicia de Dios.
Un momento especial se vivió cuando el rito recordó a los difuntos y se hizo especial mención de quienes habían partido al encuentro del Señor estando fuertemente ligados a la Institución: Hermanos Maristas Nemesio, Ismael y Tomás; los educadores Carmen Porzio y Manuel González y Manuel Araya, auxiliar. Al momento de la Acción de Gracias, el Rector del colegio reconcoció el aporte del coro, de todos quienes participaron en la Eucaristía y valoró la presencia de las familias.
Al final de la Eucaristía, el celebrante recorrió todo el recinto asperjando a los presentes con agua bendita como una forma de transmitir a cada persona la bendición de Dios, invitado a todos a vivir confiados en Jesucristo.