A las 19, 00 hrs. del día jueves 18 de abril con una Solemne Eucaristía, en el Salón Auditorium, el Instituto Chacabuco conmemoró un nuevo aniversario de la canonización de San Marcelino, hecho ocurrido en 1999, cuando en la Plaza de San Pedro, ante unos 30 mil peregrinos maristas venidos de todo el mundo, el Papa Juan Pablo II declaró Santo al Beato Marcelino Champagant, fundador de los Hermanitos de María, congregación que arribaría a Chile, específicamente a Los Andes, en 1911.
Durante su Homilía, el Padre Alberto Requena enfatizó la labor educativa y formativa que Champagnat realizó desde el inicio de su obra, ofreciendo a la Buena Madre su labor de evangelizar desde la educación.
En la ocasión, se recordó de manera especial lo que significó para los maristas andinos esta fecha crucial en la historia de la Congregación. La profesora Angelina Dabovic rememoró su presencia en la delegación que llegó hasta Roma, delegación que también integraban los educadores Sonia Henríquez y César González Araya; los ex alumnos José Abadíe y Rodolfo Suardo y el auxiliar Enrique Salgado. Este último también compartió con los asistentes su testimonio al ser testigo presencial de la fiesta marista que significó ver convertido en Santo a Marcelino Champagnat.
Por su parte, Rodolfo Suardo, destacado ex alumno, recordó que la Basílica de San Pedro estaba siendo remozada en abril del año 1999, ya que la Santa Sede se preparaba para vivir el Jubileo del año 2000, por lo que los grandes andamios que ocultaban su fachada formaron parte de la ambientación de este momento histórico. Y, a propósito de ello, recordó el comentario de un Hermano Marista en un artículo de la revista española Presencia Marista 7, quien asoció la imagen de estos andamios con un sacerdote que sabía de construcción y que seguramente utilizó más de alguna vez esos apoyos mientras construía su casa de L´Hermitage, por ello consideró oportuno llamarlo el Santo de los Andamios.