Las amenazas de lluvia, el frío y una
llovizna persistente no fueron obstáculos para que el
pasado día domingo 2 de Octubre, primer domingo del mes,
como es tradicional, se dieran cita en el Nuestro
Instituto decenas de exalumnos y varios Hermanos
Maristas que estuvieron en su oportunidad en el colegio.
El propósito era festejar una vez más el "DÍA DEL
EXALUMNO MARISTA DE NUESTRO COLEGIO".
En medio de gran regocijo y con una importante
participación de Hermanos, exalumnos y directivos del Centro y
de la Federación se iniciaron estos festejos desde la 9 de la
mañana, de acuerdo al programa estipulado, momento en el cual
comenzaron a llegar exalumnos de distintas promociones y
Hermanos, cuyos reencuentros tuvieron ese sabor fraterno de
familia.
Posteriormente se continuó con la
tradicional romería al Cementerio Parroquial de nuestra
ciudad, en el Mausoleo Marista, para rendir homenaje de
oración ante la tumba de los Hermanos Elviro, Emeterio
José (Julián Santidrián) y Aquilino Mateo (Pedro
Santillana). El emotivo acto de plegaria fue iniciado
con la palabra afectuosa del Hermano Fernando Fernández,
Superior de la Comunidad Marista andina y Asesor de
nuestro Centro, quien con gran propiedad dio comienzo a
las oraciones por las almas de nuestros antiguos
profesores.
Al final, el Hermano Germán Chávez, Asesor de la
Federación, cerró la sencilla ceremonia. A continuación, los
asistentes concurrieron a la celebración de la Santa Eucaristía,
oficiada por el párroco de Nuestra Señora de La Asunción,
presbítero Humberto Henríquez. En la homilía, el sacerdote
destacó la unidad que se observa en la familia marista que gira
alrededor de la devoción mariana que los religiosos han
instalado a fuego, por años y años, y que permanece en el alma
de cada uno de los alumnos que han pasado por las aulas del
Instituto Chacabuco. Minutos después del mediodía, se celebró
una sencilla ceremonia en Homenaje a nuestro Santo Fundador a
los pies de su Monumento.
La Sesión Solemne se realizó en el salón "
Hermano Fernando de la Fuente " que se vio casi colmado
por la concurrencia de los antiguos alumnos que llegaban
a compartir esta significativa ceremonia. Las palabras
del Presidente del Centro, profesor Blas Mardones Véjar,
dieron comienzo al acto, en el que destacó las obras de
los Exalumnos en la comunidad más necesitada,
principalmente, la Escuela Hermano Emeterio José, Hogar
Las Carmelitas, y en la Capilla San Marcelino en la
localidad de Llanos Norte en la comuna de San Esteban.
Posteriormente se procedió a la entrega de los
estímulos, entregándose sendos diplomas de Recuerdo a los
exalumnos que cumplieron de 5 años en 5, como ya se ha hecho
tradicional en esta ceremonia. Hubo un caso especial y en el que
todos estábamos felices al recibir su diploma el conocido andino
Jorge Gran Viterbo quien egresó hace 70 años. Don Jorge, con
gran agilidad y jovialidad, subió las gradas del escenario para
recibir su reconocimiento que le fue entregado en medio de los
aplausos y vítores de los concurrentes.
Luego, vinieron las hermosas palabras del
Vicario Provincial, Hermano Mariano Varona Gregorio.
Ciertamente, sus palabras encerraban una gran y hermosa
sorpresa: nuestro compañero José Abadie Gallardo, Primer
Vicepresidente del Centro, había sido designado Miembro
Afiliado de la Congregación, solicitud presentada por la
Directiva del Centro de Exalumnos al Consejo Provincial
y por su intermedio, al Consejo General en Roma.
Prosiguieron nuestros festejos con el almuerzo en
que cada cual se reunió con los compañeros de promoción, con
aquellos que estaban más unión y con la compañía siempre valiosa
de nuestro antiguos profesores Maristas, lo que otorgó especial
emotividad y alegría a cada una de las mesas.
Aunque ya quedan muy contados Hermanos,
también los recordaremos junto a aquéllos que nos
dejaron, para elevar al Señor nuestra gratitud por las
enseñanzas que nos dejaron. Es una tarea que no podemos
ni debemos dejar de cumplir. Dejamos planteado este
llamado para acudir a la invitación del Centro el
próximo Día del Exalumno, siempre el primer domingo de
octubre.
¡Nos vemos el próximo
año,
si Dios quiere !