Como parte del Programa de Semana Santa en
el Instituto Chacabuco, el día jueves 05 de abril en el
Salón Auditórium Hermano Fernando de la Fuente, se
presentó el montaje "Mi Cristo Roto" a cargo de la
Compañía de Teatro "Tranvía" de Valparaíso y que dirige
el actor Eduardo González Villegas.
Esta obra corresponde a un monólogo de un
sacerdote que siente una especial inclinación por los
cristos antiguos, especialmente los barrocos. El Cristo
roto que motiva la obra fue encontrado por el
protagonista en Sevilla, precisamente un jueves. Es un
relato del encuentro del hombre con Cristo. Un Cristo
manco, cojo, sin cara y sin cruz.
El texto es una adaptación para el teatro
del contenido de dos libros que escribiera el sacerdote
jesuita Ramón Cué Romano hace cuarenta años. Según
señala la critica especializada este es un dialogo que
nos entrega muchas lecciones: Deja sembrados en los
corazones de quienes la viven, sentimientos como el
perdón, el amor al prójimo y la solidaridad. Nos enseña
cómo hacer más llevadera la cruz que todos cargamos.
Dos funciones
Tanto alumnos como apoderados pudieron deleitarse con
este excepcional montaje. La primera función de Jueves
Santo tuvo como público a los alumnos y alumnas de
segundo a cuarto medio. Durante casi una hora los
jóvenes fueron testigos de una intensa representación
que cautivó su atención por medio de la fuerza del actor
que encarnaba al sacerdote coleccionista, y también por
el despliegue de una interesante propuesta de
iluminación y banda sonora.
A las 18, 00 hrs. se inició la segunda
función dirigida especialmente a padres y apoderados del
colegio. La invitación se hizo extensiva incluso a los
feligreses de la parroquia de Nuestra Señora de la
Asunción, ya que esta actividad estaba incluida en el
programa de Semana Santa parroquial.
El esfuerzo de contar con una obra de esta naturaleza
para motivar la reflexión y el espíritu de recogimiento
de la semana más importante del mundo cristiano, se basa
en un eje fundamental que anima el carisma marista:
integrar fe, cultura y vida.
Mi Cristo roto se ha convertido en
un clásico de la literatura religiosa contemporánea, ya
que el contenido se ha mantenido vigente y ha demostrado
su valor transcurridos 40 años de su primera
publicación. La representación teatral impacta a las
nuevas generaciones que no conocieron el disco de Mi
Cristo roto, grabado y puesto a la venta en los años 60.
Su riqueza de contenido lo hace igualmente interesante,
tanto al leerlo como al escucharlo en grabación. Sin
embargo, representado en vivo es particularmente
conmovedor. Desde el punto de vista del público, es
fascinante ver cómo el actor sube al escenario a contar
la historia del día en que adquirió el Cristo roto; y
cómo, poco a poco, el texto y la voz nos van
envolviendo, hasta que sin querer nos encontramos en
medio de la historia: lo que primero fue un relato se
transforma en la representación de nuestro Señor
Jesucristo durante su pasión y muerte en la cruz.