Ese día los alumnos y alumnas de nuestro colegio le rindieron homenajes a cada uno de ellos, a través de actos que los distintos niveles programaron, a modo de mostrar el aprecio prepararon números artísticos para agradecer la entrega de nuestros educadores marista. Sin embargo, el colegio nuevamente se quiso hacer parte de este reconocimiento a la abnegada labor que cumplen y organizó un paseo a San Francisco Lodge, donde ya el año pasado habían disfrutado de un merecido descanso, dejando a la gran mayoría muy cargados de energías, para enfrentar la etapa final del año, que es sin duda una de las más complejas. Por ello, la concurrencia fue amplia, participando la gran mayoría de los profesores que integran el Cuerpo Docente del colegio. Nuevamente el descanso ofrecía cabañas estilo montañés y una serie de otros atractivos, que no dudaron en ser aprovechados.

Los amantes de la buena mesa agradecieron el restorán con especialidad en parrilla y cocina chilena, en modalidad buffet tenedor libre. Las más atléticas y atléticos prefirieron la piscina temperada para luego pasar al sauna, o a la sala de masajes a relajarse.

Los más arriesgados y ávidos de aventura, prefirieron el canopi o el kayak. Para los amantes de la naturaleza el paisaje precordillerano los invitó a cabalgar o bien a practicar mountain bike. Una invitación al relajo que debe ser valorada por todos quienes celebran el día del profesor en nuestro colegio, que ha pensado en brindarles un espacio para compartir en otro ambiente, muy distinto a la sala de clases.