Todo surgió de un viejo anhelo de unir a los colegios maristas en torno al deporte, pero en un nivel recreativo, y en esta oportunidad fueron tres las disciplinas que se integraron en este primer encuentro: voleibol, básquetbol y fútbol.

Un viaje desde Los Andes a Rancagua que partió a las 8 de la mañana, con una espectacular convivencia y el canto ameno del profesor Manuel González, que no dejó indiferente a nadie. La organización del O’Higgins tenía preparado para la delegación andina un abundante desayuno y una presentación artística cultural, previa a los partidos. Luego de eso, la hora de la verdad, los primeros en verse las caras fueron los representativos de la rama del voleibol, un encuentro netamente femenino, donde no se pudo con la superioridad rancagüina y se sucumbió por un categórico marcador de dos set a cero. En el básquetbol se jugó con un quinteto mixto, y la cuenta no fue tan lapidaria, sino un poco más estrecha, 34 a 26, pero sin duda donde se produjo el desquite fue en el fútbol, donde nuestra oncena sacó la cara y derrotó al rival por 5 goles a uno. Pero más allá de la competencia, se ganó en convivencia, en amistad y fraternidad que eran los objetivos de este primer encuentro. Ahora, nos preparamos para recibir a nuestros anfitriones acá en casa, de la misma forma que ellos lo hicieron en Rancagua, con abundancia y mucho cariño. La idea también es hacer otros encuentros recreativos – deportivos con otros colegios.