Todo partió con el desfile de las delegaciones de los colegios participantes en la competencia, que este año, con motivo del Centenario del Instituto Chacabuco y de la presencia Marista en Chiletiene como invitado especial una delegación del colegio Hno. Fernando de Alto Hospicio- Animando el desfile nuevamente la banda de guerra de ex alumnos en compañía de la Banda del regimiento Yungay.

La bienvenida fue en tono variado, hubo discursos, la entrega de la medalla al mérito Centenario, para el Hno. Aldo Luis Passalacqua Restiniun, un momento que llenó de emoción el estadio.

Acto seguido se presentó un montaje que dio cuenta de los momentos más importantes de estos cien años de vida, la llegada de los hermanos, los primeros años, las recordadas revistas de gimnasia, el reconocimiento del gobierno de Chile al Hno. Emeterio por su aporte a la educación, la muerte de nuestros mártires de Zaire. Todo eso representado en pequeños actos artísticos.

El Hno. Jesús Pérez, delegado de misión, les habló a los deportistas del espíritu de fraternidad que debe imperar en estas olimpiadas y los instó a no desalentarse por los fracasos. Al finalizar sus palabras se le hizo obsequió el libro con la Historia de los Cien años del Instituto Chacabuco que fue lanzado el viernes anterior.

En la parte final y para solemnizar el cierre de la ceremonia, un grupo de ex alumnos del colegio, deportistas destacados, hicieron un circuito por la cancha portando la antorcha con que se encendió la llama olímpica que dio por inaugurada la versión nº 27 de estos Juegos Maristas.