Hermosa
Celebración Eucarística
de los Juegos Femeninos Maristas
Por
Instituto Chacabuco .
Publicado:
2 Noviembre 2005
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A las 9,00 hrs. de la mañana del 27 de
Octubre, en la Iglesia de la Asunción, comenzó a
celebrarse la Eucaristía de las XI Olimpiadas Maristas
Femeninas. Fue una gran y hermosa celebración que rompió
más de un esquema y que contó con la presencia de todas
las alumnas y profesores participantes en la Olimpiada.
Contó también con la importante presencia del Consejo
General de la Provincia Santa María de Los Andes. Se
destacó la homilía sincera, entregada y alegre del Padre
Gabriel, uno de nuestros queridos capellanes del
Colegio.
Gabriel nos decía que más que el sólo afán de
competir y ganar, importan el hecho de la acogida y del
compartir de la familia marista. Ninguno de nuestras alumnas o
profesores está en un hotel, sino que están bajo el alero de un
hogar de una familia marista. Y esa es la importancia de cada
una de las Olimpiadas Maristas y en especial de ésta: el
conocernos, el compartir sanamente y el entregarnos a lo que
hacemos en nuestra vida de corazón. Eso es lo que reflejó la
hermosa canción que nos cantó el Padre Gabriel y que produjo un
emocionado y gran aplauso espontáneo entre todos los presentes.
A continuación, cada uno de los colegios
participantes ofrendó algo de sí al Señor. Y en la
Acción de Gracias, nuestro querido Hermano Vicario por
Chile, Mariano Varona, destacó la presencia del color
azul de cada uno de los buzos de las distintas
delegaciones de deportistas maristas. El azul es el
significado de María, nos dijo. Ella está presente en
nosotros y fue en esta ciudad de Los Andes donde un
grupo de hermanos sembró en Chile una nueva forma de
enseñar y educar a los niños y jóvenes: con el Amor.
Finalmente, cabe destacar esa gran fuerza con la
que participó el Coro del Instituto Chacabuco. Es el Coro en el
que se unen las voces no sólo de alumnas y alumnos del Colegio,
sino que también de papás, apoderados y profesores. El Coro en
el que participa nuestro Rector, don Pedro Díaz y nuestro gran
Profesor de Música, don Miguel Ángel Gómez. Emocionante resultó
escuchar las melodías Padre Amerindio y el himno dedicado a
nuestro Santo Chileno Alberto Hurtado.