Si algo caracterizó la graduación 2009 fue el orden, la solemnidad de algunos momentos y la emoción. A las 20 horas el padre Humberto Henríquez animaba la oración de despedida a este grupo de alumnos, dando un mensaje de guía y reflexión espiritual. Luego, el discurso de la autoridad colegial, rector, Pedro Díaz Cuevas, que si bien hizo un balance de lo recorrido con actividades como la Fiesta de las Alianzas, Experiencia Rural, Noche de los cuartos y las Olimpiadas, entre otras, tuvo palabras cercanas para aquellos testigos de una gestión que comenzó en 2005. La ceremonia fue avanzando con el traspaso de estandartes, uno de los momentos más solemnes de la noche. El abanderado 2009 Roberto Mognaschi y sus escoltas Monserrat Peña y Ana Maria Alarcón hicieron entrega del emblema nacional al rector, quien a su vez lo dejó en manos de los alumnos Miguel Martínez, Valentina Castro y Camila Sáez También se hizo el traspaso del estandarte colegial, que el 2009 fue portado por Patricia Miranda y sus escoltas Sebastián Mardones y Nicolás Vega, pasando a manos de Cristóbal Andrade, Valentina Cornejo y Nancy Bustos. En representación de los alumnos escogidos habló Miguel Martínez. Entrega de insignias de oro

Como ya es una tradición en la Ceremonia de Graduación, el reconocimiento a los alumnos que permanecieron en el colegio de manera ininterrumpida desde su enseñanza básica hasta completar su enseñanza media. En total 38 alumnos subieron al escenario. En el caso de las mujeres se instauró la distinción de Insignias de plata destinada a honrar a las alumnas que ingresaron el 2001, convirtiéndose en la primera generación de alumnas. Premiación a los mejores de la generación 2009

Siguiendo con los reconocimientos, correspondió el turno de destacar a los egresados que brillaron en diversas áreas de la vida colegial. Recibieron premio al mejor compañero, el alumno de 4to A Ramón Guevara, 4to B Santiago Varas y 4to C Ana Maria Alarcón. Premio al merito artístico lo recibió la alumna Patricia Miranda, así como Andrea Araya fue reconocida por su mérito en el deporte. Este año el colegio reconoció a la Familia que mejor adhirió al proyecto educativo del colegio, correspondió esta distinción a la familia Rojas Alarcón. De ahí se pasó a la Excelencia Educativa, para el alumno que obtuvo el mejor rendimiento académico, recayendo en Cecilia Veas. Premio Hno. Emeterio, para aquel que mejor encarna los valores maristas y la vocación de servicio, Stefano Gatto. Y finalmente el Mejor de los Mejores para Roberto Mognaschi Giogia. La banda “The Will Songs” puso el toque musical a la ceremonia. Una sencilla pero correcta presentación fue la antesala para la entrega de licencias, por parte de los tutores y luego los padres suben al escenario para acompañar a sus hijos en este emotivo momento.

Los Alumnos de intercambio no quisieron estar ausente, así que se recordó a Horacio Goycolea, Jorge Ríos y Daniela Gallardo. Y sin duda uno de los momentos más emotivos de la noche lo constituyó el discurso de despedida a cargo de un alumno de cuarto medio, correspondiéndole tal misión a Roberto Monaschi, quien muy nervioso en un principio tuvo momentos de alegría y lágrimas en su intervención.

Finalmente, la solemne Ceremonia de la Luz, en la cual los tutores reciben la iluminación desde el cirio y la traspasan a sus alumnos, que en ese minuto se convierten en egresados y ex alumnos maristas. Cada uno portaba una vela e iba saliendo al compás de la canción del Adiós. 111 maristas nuevos que comienzan a caminar hacia una nueva tierra.