Por primera vez, el Instituto Chacabuco, reconoció a un
Auxiliar del establecimiento que este año cumplió 25
años de su vida dedicados a servir a la Familia Marista
Andina. Se trata de Enrique Salgado Arancibia, quien
recibió el tradicional homenaje en el marco de la
celebración de la Semana Champagnat.
La ceremonia se inició con las sentidas
palabras de nuestro capellán, padre Humberto Henríquez,
quien dedicó una reflexión sobre las labores que cumple
Enrique en el colegio, y que dicen relación con su
admirable amor al trabajo, reconociendo en muchos
rincones y lugares algunas obras realizadas con sus
propias manos, al igual que San Marcelino.
Enrique llegó al Instituto Chacabuco, en el
año 1984, luego de hacer el servicio militar. De sus
primeros pasos, guarda gratos recuerdos de los Hermanos,
que dejaron huella en su formación como cristiano, pero
sin duda, uno de los aspectos que marco ese proceso fue
su viaje al Vaticano, a la Canonización de nuestro
fundador. En la oportunidad, la autoridad colegial,
rector Pedro Díaz Cuevas valoró el hecho que este año se
haga un reconocimiento por primera vez a un integrante
de los Auxiliares, lo que habla de un trato igualitario
para cada integrante de nuestra familia.
Reconoció en él, algunas características
como la sencillez, el trato amable y la cordialidad,
siendo receptivo a todas las sugerencias, con buena
actitud para el servicio. Luego de ello, se presentó un
video clip, con el testimonio de los compañeros de
trabajo y sus familiares, uno de los momentos más
emotivos.
Pero no sólo emoción tuvo la ceremonia,
también hubo risas, de la mano de un recorrido de este
cuarto de siglo en imágenes, donde se pudo apreciar,
primero el paso del tiempo, el buen carácter y humor del
homenajeado. Tampoco faltaron los presentes, de cada uno
de los estamentos que testimoniaron el cariño por
Enrique.
Finalmente, el homenajeado, sus familiares
y todos los presentes compartieron un coctail, que
representó el broche de oro a una actividad que se está
transformando en toda una tradición y que es esperado
por la comunidad marista.