La profesora Gabriela Arquero, fue uno de los
rescatistas que llegaron a la zona de la catástrofe, a
pocas horas de ocurrido el terremoto y tsunami. Viajó
hasta la séptima región el uno de marzo junto a un
equipo formado por la Primera, la Segunda y Quinta
Compañía del Cuerpo de Bomberos de Los Andes.
Al sur de la Séptima región, fue solicitada
la Unidad de Rescate Canina, que Gabriela integra hace
cinco años. Su misión llegar hasta Pelluhue y Curanipe,
ambas zonas costeras totalmente desvastadas. Entre los
escombros buscó vida o personas desaparecidas. Rastreó
el agua y las zonas costeras, a petición de los vecinos
que le rogaban revisara, junto a su perro Goofer, cada
rincón con la esperanza de recuperar a los suyos. La
razón, la ola gigante del terremoto arrasó con todo:
casas autos, árboles, animales y vidas humanas. Dicen
que se llevó familias enteras mar adentro.
Gabriela fue llamada para viajar, por que es la
única de su cuerpo que es especialista en rescate canino, un
voluntariado que le encanta. Su ida al Sur del país, se facilitó
debido a la disposición del Rector del colegio, profesor Pedro
Díaz, para que se ausentara del colegio, durante una semana.
Fueron 45 voluntarios que estuvieron hasta el sábado 06 de marzo
en la región del Maule. El campamento fue establecido en la
localidad de Chanco, para desde ahí desplazarse a las zonas más
afectadas.
Fue una ardua labor, que se iniciaba a las
7 y culminaba alrededor de las 19 horas. Imágenes de
sufrimiento, dolor y sobre todo miedo que no podrá
olvidar fácilmente. Historias trágicas que vienen a su
cabeza. Recuerda, que una mujer rogaba para que
encontraran a su hijo de 8 años, que se le escapó de las
manos durante la subida de la ola, ella lo tenía
aferrado, sin embargo la mujer se desmayó y perdió el
conocimiento, y cuando despertó su hijo ya no estaba.
Durante esa semana, el mar devolvió a una mujer y a un
pequeño de 8 años
pero no era su hijo.