La comunidad marista se reunió para celebrar el segundo domingo de pascua o la Fiesta de la Divina misericordia. Nos reunimos en el gimnasio N° 1 para orar nuevamente, dar gracias por lo que somos y tenemos, desde los que más sufren y necesitan de nuestro amor y consuelo.
La eucaristía fue encabezada por el Padre Francisco Lagos, quien explicó la denominación de este día litúrgico como segundo domingo de Pascua o de la Divina Misericordia.
“La Fiesta de la Divina Misericordia tiene como fin principal hacer llegar a los corazones de cada persona el siguiente mensaje: Dios es Misericordioso y nos ama a todos "y cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia".
Luego de ello, comentó que la eucaristía es una fiesta porque Jesús ha resucitado. A la vez que narró como Cristo dio vida a las primeras comunidades cristianas.
El padre Francisco instó los feligreses a estar unidos como comunidad y preocupados por los que más necesitan, “no basta solo con orar se debe llevar la palabra a la acción solidaria”, dijo en la oportunidad.
En la presentación de los dones al altar se destacó el libro de catequesis familiar que representa el compromiso fiel de nuestros niños, niñas y sus familias con la Primera Eucaristía. Además se presentó un cuaderno y un lápiz como signo de la vida escolar que realizan nuestros estudiantes en el colegio. La imagen de San Marcelino para que a ejemplo de nuestro santo fundador nuestros niños y jóvenes sigan sintiéndose acogidos, evangelizador, y amados.
Se invito para el próximo mes a seguir asistiendo en comunidad a la Eucaristía colegial.